Recientemente hice un trabajo pro bono para una organización sin fines de lucro 501 (c) (8) con respecto al restablecimiento del estado de exención de impuestos de la organización. El trabajo que hice fue gratuito y no deducible de impuestos. Sin embargo, el trabajo en sí fue gratificante y aprendí mucho en el proceso.
El dinero no siempre es la verdadera fuente de recompensa.
Durante mi formación profesional y carrera en derecho, se fomentó el servicio público y el trabajo pro bono como parte de nuestra responsabilidad profesional. Creo que los profesionales tienen el deber de contribuir al bien público.